El menor de diez hijos criados en National City por la dura
padres trabajadores, él mismo era un gran trabajador. Se cayó de lo alto
escuela para poder trabajar y ganarse la vida. Trabajó en un
matadero y como camionero. También era artista y hacía
Trabajos de ilustración para diferentes empresas además de realizar retratos.
Ahora, Edward explica: “Soy un simple pintor al aire, centrándome en
colores y luz en la naturaleza tal como la veo y la siento. Me encanta pintar al aire libre.
tan a menudo como puedo. Mis últimos años con los aerógrafos de San
Diego me dio gran experiencia y confianza, y estoy entusiasmado
lo que veo en la naturaleza y el mundo que me rodea. disfruto la compañerismo
de mis compañeros artistas que sienten el mismo encanto de esta belleza
a nuestro alrededor. Mis pinturas son impresionistas y sigo esforzándome
perfeccionar esta técnica con cada día que el Señor me regala”.
Edward ha vivido toda su vida en National City. Él y su esposa,
Esther, tiene cuatro hijos, nueve nietos y dos bisabuelos.
nietos. La familia Juárez es muy unida y disfrutan.
pasar muchas vacaciones viajando y acampando juntos. Acerca de su
enfoque de la pintura y la vida, Edward dice: "Utilizo una paleta limitada
que consiste en amor, respeto y gratitud: amor... amor a mi Señor;
respeto... respeto por Su palabra; y gratitud... gratitud por Su regalo”.